La transformación digital,
según IEBS School, implica repensar completamente una organización, de arriba a abajo, para adaptarla integralmente al funcionamiento del mundo actual. Para ello se deben aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología, las características del nuevo trabajador y los nuevos sistemas de organización, con el objetivo de poder sobrevivir en un entorno impredecible y cada vez más competitivo y veloz.
Ahora bien, cabe resaltar que “digitalización” y “transformación digital” no son los mismos conceptos. Mientras que la digitalización hace referencia a la manera como el individuo se conecta con su entorno, la transformación digital va más allá y pretende ser un eslabón de la economía mundial, aprovechando la tecnología para mejorar el rendimiento de la estructura productiva y adoptar nuevos modelos de negocio. De hecho, la digitalización hace parte de la transformación digital, afectando a todos los elementos del negocio, incluidas las ventas, el marketing, las operaciones y el servicio de atención al cliente, por ejemplo.
En resumidas cuentas, se podría decir que la transformación digital es la adaptación de competencias digitales a procesos, activos, productos y servicios con la intención de mejorar su eficiencia y calidad de cara al cliente, gestionar el riesgo y descubrir nuevas y potentes estructuras de ingresos.