Hace unas semanas participamos en el 26° Congreso de Tesorería de Asobancaria, donde comprendimos cómo podemos aprovechar las lecciones aprendidas en el 2023 por el sector financiero para aportar un valor excepcional en el 2024. En este blog, hablaremos sobre nuestros aprendizajes y lecciones sobre la transformación financiera.
El 2023 presentó desafíos notables, desde un modesto crecimiento del PIB (0,9%) hasta una inflación del 9,3%, de un solo dígito, pero que sigue siendo alta. Aunque estas cifras impactaron a la economía colombiana, también establecieron el escenario para aprendizajes y oportunidades. El sector financiero enfrentó un año retador con el 31% de las entidades bancarias registrando pérdidas y una caída del 6.8% en la cartera. Sin embargo, la solidez del sistema bancario colombiano (con un 16% de nivel de solvencia) demostró resiliencia.
Nos llamó la atención la cifra que mencionó el Presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón González, en su discurso de apertura frente a temas de ciberseguridad. Aunque Colombia recibe 45 ataques cibernéticos por segundo al sector financiero, sus prácticas y preparación ante estos casos, son tan sólidas que el 99.99% de transacciones son seguras en el país. Lo que ratifica nuestro compromiso y contribución a mantener este estándar.
En el actual panorama financiero, la tesorería se encuentra ante retos importantes. La disminución en el volumen de transacciones en el mercado de renta variable y la creciente importancia de fortalecer la ciberseguridad, que se mencionaron en el discurso de apertura, son ejemplos claros. Las proyecciones para este año son positivas y hay que ver los retos como oportunidades para robustecer nuestra gestión en el sector financiero, innovar y adaptarnos, asegurando así nuestra posición líder en este entorno dinámico.
